GUÍA DE USU PA CESTEROS Y CESTERES PRINCIPIANTES

Planteamos nuestro grupo de consumo como un conjunto heterogéneo de personas que hacen una lista de la compra colectiva (productos y cantidades que cada uno necesite) y se las arreglan para comprar alimentos (aunque no descartamos nunca otros productos no alimenticios) directamente a un pequeño productor.  Para nosotros es fundamental es sobretodo evitar intermediarios siempre que sea posible, para que el dinero lo gane el productor directamente y a nosotros nos salga lo más ajustado de precio posible. Después, hay otras facetas que tenemos en cuenta, dependiendo de productos, posibilidades:
- Producción ecológica
- Productores locales, consumo de proximidad
- Productos de calidad, que nos gusten
- Precio justo, tanto para el productor como para nosotros
- Complicidad, compromiso y confianza con los productores


El trabajo que se genera en el grupo se reparten de manera natural y sin restricciones, todas las iniciativas son bienvenidas y el compromiso con el grupo es el que quiera cada uno.  Normalmente intentamos que cada pedido lo haga una persona distinta, así repartimos la carga de trabajo que puede generar organizar un pedido entre todos y de este modo, se hace fácil y divertido.  
No hacemos reuniones (usamos este foro para confeccionar la lista de la compra y tomar decisiones por consenso).  No tenemos local (utilizamos nuestras casas), no tenemos personalidad jurídica (porque no hay más transacción económica que entre el productor y un consumidor que hace una compra y reparte con sus compañeros de grupo), y procuramos que todo el mundo haga y/o proponga un pedido o un alimento que eche de menos en el grupo de consumo.   Pero tenemos hambre y ganas de que la producción y el consumo responsable formen parte de nuestra vida de la forma más natural y fluida posible.  

Tenemos dos modos de comprar, uno para la cesta de verduras de temporada, otro para productos no tan perecederos (fruta, quesos...) o no perecederos (fondo de armario de cocina:  aceite, legumbre, arroz, harina, azúcar...)

PERECEDEROS
- La cestina de verdures. Tenemos entrega cada tres semanas. Probamos otras periodicidades, pero en la práctica, hasta la fecha, no nos está yendo mal este plazo. La cantidad y variedad de verdura suele ser importante. Consumir la cesta de verduras termina modificando un poco nuestra manera de consumir y de comer habituales, primando la verdura sobre otros productos y limitándonos a comer las verduras que estén de temporada.  Y obliga también a buscar formas sabrosas de comernos la verdura de la huerta asturiana, que no tiene los mismo tiempos ni producciones, claro, que pueden tener en la huerta navarra o la del Campo de Calatrava.  

La cesta es igual para todo el mundo, mismo contenido y misma cantidad, y lo que venga va en función de la época del año,  de lo que da la huerta y lo que la productora ve que tiene más a punto. Pensamos también en la posibilidad de hacer cestas "a medida", pero organizar eso para nosotros es inviable, da muchísimo trabajo, problemas logísticos y creemos que desvirtúa un poco el tema de "comer lo que da el prao, y cuando lo da". Eso no quita que luego entre nosotros podamos hacer canjes puntuales si hay algo a lo que le tengamos una "alergia" insuperable.  

También se admiten pedidos "extra" aparte de la cestina.  El más concurrido es el de tomates, que la huerta asturiana produce sólo durante un par de meses o tres al año.  Así que algunos de nosotros hacemos un superpedido de tomates cuando llega la gran cosecha y hacemos conserva de tomate para todo el año.   O les fabes de granja, que en esa zona son espectaculares de ricas y que se compran aparte.  

El contenido típico de una cesta de invierno puede ser:
Berzas, acelgas, nabizas, zanahorias, espinacas, cebollas, patatas, calabaza, puerros, escarola, lechuga, coliflor, repollo, ajos...
Y una de primavera, o verano, pues cambia:
Remolacha, pimiento, tomate, guisantes, fabes de mayu, berenjenas, pepino, calabacín, tomates cherry...  

Los precios de las cestas suelen oscilar entre los 10-15 euros. Las de verano son más caras porque traen más cosas, y también depende de la cantidad que traiga cada cesta.  Hemos aprendido a adaptarnos a lo que la huerta nos de y también a contarles a los productores qué cosas nos gustan más,

Los productores son un matrimonio mayor, amigos nuestros, que tienen una pequeña explotación en la zona del Cabo Peñas, muy cerca de Verdicio. No tienen certificado ecológico, pero sabemos a ciencia cierta que lo más que le hacen al campo es cuchar, muy de tarde en tarde. No tienen invernadero. Ellos venden sus productos habitualmente los lunes en el mercao de Avilés, y aparte nos sirven a nosotros, los lunes de tarde. Solemos hacer una visita-reunión-comida-pásalo bien cada primavera-verano a la huerta. Aparte, ellos están encantadísimos de que quien quiera vaya a visitarles (suelen estar los fines de semana) y ver lo qué tienen y cómo lo trabajan.

La cesta se entrega en casa de uno de nosotros y esa misma tarde los demás pasamos a recogerla.  Como la periodicidad es conocida, cada tres lunes, enseguida nos acostumbramos a recoger la cesta puntualmente cada tres lunes.  El único correo electrónico que genera este foro es el recordatorio por si alguien se despista, tres o cuatro días antes de recibir la cesta, cada tres semanas.  

NO PERECEDEROS

Aquí la cosa está mucho más variada. En ocasiones, nos resulta muy difícil encontrar productores ecológicos que además puedan ofrecer precios decentes y asumibles por cualquiera.  Aunque en teoría lo del tema ecológico no es para nosotros una norma esencial, en la práctica solemos comprar muchas cosas ecológicas. De lo que hemos estado comprando hasta la fecha, más o menos estos productos son ecológicos:
- Naranjas, aceite, harina, garbanzos, lentejas, arroz, algas, pasta, soja, azúcar, ciruelas, limones, avellanas...
Y sin certificación ecológica pero con garantías:
- Vino, arroz thai, cerezas, fruto seco, queso y yogures cabra, miel...

Aparte, para nosotros como grupo es indispensable un poco de buen rollo, y nos interesa mucho el trato con los proveedores.  Intentamos ser lo menos intransigentes posible, y cualquier cambio que no nos obligue a tener que invertir media vida para poder hacer la compra, es bienvenido.  El grupo y su organización lo dibuja la gente que formamos parte de él, por el momento nos ha ido muy bien así.  Nos gusta también mucho estar en contacto con otros grupos de consumo, más o menos informales, para hacer pedidos en común o soplarnos productores que nos gusten.  

No tenemos local propio, y todo lo hacemos a través de domicilios particulares. Eso supone que pedimos dentro de lo posible que todo el mundo respete horarios y fechas de entrega de cosas, claro.  Si todos nos comportamos, la cosa va como la seda.  Y si no se puede en las fechas marcadas, siempre se puede pedir ayuda y en todo caso, avisar con tiempo para arreglarlo.  

Por supuesto, nadie del grupo se lleva nada de dinero por todo esto, no hay cuotas ni sobreprecios, vamos a escote. Lo hacemos en beneficio de todos, para comer mejor, más sano y justo y al mejor precio posible. Y que la ganancia se la lleve quien la genera. Eso supone, claro está, que todos tenemos que ser un poco comprensivos con que no todo salga lo bien que quisiéramos, y que lo ideal es que cada uno aporte y participe con lo que pueda. Eso supone también para nosotros que todo el que quiera aportar algo, proponer nuevos productos, ideas, productores o cosas así, será bienvenido o bienvenida.  

En cuanto a precios, creo que estamos teniendo bastante suerte. Un conjunto de personas haciendo una compra colectiva a bloque, un "grupo de consumo",  nos suele facilitar mucho el tema con productores que no conocen este modo de comprar, y lo habitual es que podamos conseguir del productor precios muy interesantes. Y si comparamos con precio final en tienda, la diferencia suele ser abismal. En las tiendas y supermercados donde venden productos como los que nosotros conseguimos, los precios suelen estar alrededor del doble.  Aunque también hemos colaborado para hacer algunos pedidos con tiendas ecológicas, aprovechando sus canales de distribución. Cualquier opción colaborativa nos interesa, a fin de cuentas, todos los actores de este tenderete estamos en el mismo barco. Somos gente normal, encontramos razonable un sobrecoste en un alimento cuya producción ha de ser más esmerada y da mucho más trabajo y exige más cuidados, también entendemos que el productor tiene que poder hacer de su oficio un modo de vida seguro y pedir un precio que garantice unos ingresos dignos, pero no hasta el punto de convertirlo en algo prohibitivo para un bolsillo corriente a base de hinchar el precio con gastos de intermediación, distribución, empaquetado, imagen de marca, etc.